El fenómeno ha perdido fuerza en la región pero permanece el peligro por “fuertes lluvias”. Las autoridades han pedido extremar las precauciones ante los restos de la tormenta.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos ha informado que la tormenta Iota, que ha causado al menos 38 muertes, se ha disipado en Centroamérica, pero ha advertido de que aún existe peligro de "fuertes lluvias" aparejadas a su paso.
El último informe del centro ha indicado que los restos del huracán se encuentran centrados en El Salvador, a 35 kilómetros al oeste-noroeste de San Salvador y moviéndose hacia el oeste a casi 19 km/h.
Según el ministro de Medio Ambiente salvadoreño, Fernando López, Iota ya no existe como tal, pero se mantienen sus efectos. Por ello, las autoridades han instado a la ciudadanía a extremar las precauciones.
Las lluvias causadas por Iota están afectando a zonas de Honduras, Guatemala, el sur de Belice, Nicaragua y El Salvador. A su paso, causarán "inundaciones repentinas y de ríos significantes y amenazantes a la vida" y deslizamientos de lodo en áreas de terreno elevado.
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